Racionalidad acotada: ¿des-idealización del agente racional?

Décima sesión del seminario de filosofía de la economía (semestre 2018-II). En este segundo bloque estaremos estudiando la noción tradicional de racionalidad económica y la compararemos con la propuesta de la “economía del comportamiento” para identificar continuidades y discontinuidades. Iniciando con una contextualización histórica, se abordará el tema de los alcances y límites de la teoría de juegos (la forma más sofisticada del concepto de racionalidad emanada de la posguerra) y se discutirá la pregunta de sí la economía del comportamiento representa una “des-idealización” del concepto tradicional de racionalidad. Para tal efecto discutiremos un par de textos:

Presenta Luis Segoviano

  • Posner, R. (1998) Rational Choice, Behavioral Economics, and the Law, Standford Law Review, Vol. 50, pp. 1551-1575.

Presenta Josafat Hernández

  • Jolls, C., Sunstein, C. & Thaler, R. (1998) A Behavioral Approach to Law and Economics, Standford Law Review, Vol. 50.

El texto inicia planteando un proyecto de análisis económico del derecho que se diferencía del enfoque estándar, neoclásico, de elección racional. El enfoque estándar (como el de Gary Becker y Richard Posner), asume que los agentes maximizan su utilidad, tienen un conjunto de preferencias estable y acumulan una cantidad de información óptima y otros insumos de una variedad de mercado. El enfoque que proponen Jolls, Thaler y Sunstein es behavioral law and economics. Este enfoque dista del enfoque tradicional en que tiene como análisis a sujetos reales, no homo economicus. En ese enfoque se dice que los agents reales, de carne y hueso, tienen tres características:

  1. Racionalidad acotada
  2. Fuerza de voluntad acotada
  3. Interés propio acotado

La idea es que todos estos elementos generan otra visión del agente racional y ello tiene implicaciones para estudios de derecho en tres niveles: el positivo, el preescriptivo y el normativo. En el nivel positivo se tratan preguntas como esta: ¿Cómo los agentes responden a las reglas legales y cómo las reglas legales son formadas? En el nivel preescriptivo, se pregunta lo siguiente: ¿qué reglas deberían ser adoptadas para avanzar hacia fines específicos? Finalmente, en el normativo tienen lugar preguntas como esta: ¿Debería el sistema siempre respetar las elecciones de las personas?

La tesis principal del texto puede resumirse así: tomar en serio el carácter acotado de la racionalidad, la voluntad y del interés propio de los agentes tiene implicaciones para los estudios del derechos en tres niveles: positivo, preescriptivo y normativo. Estas implicaciones pueden ser diferentes del enfoque estándar de teoría de la elección racional que asume que el agente tiene una racionalidad, voluntad e interés propio ilimitados.

II.

Sobre la racionalidad acotada, limitada. Esta noción se retomó del Premio Nobel de Economía de 1978 Herbert Simon, que realizó una critica a la economía neoclásica señalando que prácticamente ningun agente puede complir con los requisitos que la teoría impone en los agentes para que estos cumplan con los axiomas de la teoría: tener capacidad de cálculo infinito, memora ilimitada, capacidad de procesamiento de información limitado. Como las personas tienen estas capacidades limitadas, se vuelve muy problemático decir que los agentes toman decisiones óptimas.

Otros autores también ha realizado duras críticas a la economía neoclásica. Autores como Allais planteó que los agentes agentes reales violan los axiomas del modelo de utilidad esperada, en especial el axioma de la independencia que establece que las decisiones que se toman a lo largo del tiempo son independientes entre si. Autores como Danel Kahneman (Premio Nobel de Economía de 2002) y Amos Tversky han elaborado el modelo de utilidad prospectiva para explica los comportamientos de los agentes que se desvían de las predicciones realizadas por el modelo de utilidad esperada.

Kahneman y Tversky también se han interesado por estudiar cómo los agentes toman decisiones en contextos de riesgo e incertidumbre, donde además hay tiempo limitado. Para ello se han interesado en estudiar las heurísticas de razonamiento (que son reglas de inferencia rápidas y frugales) que pueden ser efectivas, pero que tienden a llevar a los agentes a cometer errores severos y sistemáticos: los sesgos cognitivos.

Fuerza de voluntad acotada

Sobre esto se dice que las acciones tomadas por los agentes en el presente suelen estár en conflicto con sus intereses de largo plazo. Y son decisiones que se ha hacen de manera impulsiva, sin pensar en las consecuencias. Y si es que estas se toman en cuenta, el agente simplemente no puede dominar sus impulsos (como fumar). Hay una contradicción entre lo que se elige y lo que se prefiere. También puede darse el caso de tener preferencias incoherentes a lo largo del tiempo. Un agente elige una opción de la cual después se arrepiente.

Interés propio acotado

La teoría estándar establece que los agentes toman decisiones consideran sólo su interés propio. En ese sentido serían egoístas. Sin embargo, como se han mostrado en multiples casos, la mayoría de las personas se interesan por otros, incluso por extraños en algunas circunstancias. No se trata de simple altruismo (interesarse por el bienestar ajeno sin importar el bienestar propio), que la teoría estandard si considera sólo para situaciones relacionadas a la caridad (bequest decisions). El carácter acotado del interés propio es más general de lo que la economía convencional asume. Y lo acotado opera en formas diferentes sugeridas a los enfoques convencionales.

De fondo lo que hay es una idea de reciprocidad, donde las personas se interesan por ser tratados con justicia y dignidad. Ellos tienen una tendencia a tratar a otros justamente (o dignamente) si es que esos otros también se comportan igual, dan tratos justos. Sin embargo, cuando no hay tal reciprocidad (a un trato justo se responde con un acto injusto), se generan reacciones en los agentes que incluso pueden estar dispuestos a asumir costos con tal de castigar aquellos actos considerados injustos e indignos. Como consecuencia, los agentes son representados en la economía del comportamiento como más buena gente (“nicer”) si son tratados dignamente y como más vengativos si son tratado indignamente.

Los tres rasgos acotados no describen el comportamiento humano en toda su complejidad. Esto es así porque los autores están interesados en tener una representación que sea manejable en modelos para que les permita hacer predicciones. Los autores no están interesados en hacer descripciones detalladas del agente. Pero si consideran que hay otros rasgos que describen el comportamiento humano que pueden ser relevantes: las normas sociales, el papel de la verguenza, el orgullo y el estatus social.

La economía del comportamiento y la economía convencional no diferen sólo en sus supuestos sobre el comportamiento humano, sino también en sus predicciones. Difieren sobre cómo las leyes (y otras fuerzas) pueden afectan el comportamiento, sobre cómo se constituyen las leyes y sobre temas normativos (particularmente lo relacionado al paternalismo).

Es relevante mencionar que los autores le dan mucha importancia al llamado “efecto dotación” para mostrar que los agentes tienen un comportamiento a valorar de manera diferente las mercancías a partir de si la poseen o no. Y de ahí, plantean diferentes precios. Una persona que tiene un boleto para ir a un concierto de su grupo favorito exigirá más dinero por su boleto que otra persona que no lo tiene y quiere adquirirlo. Esto hace problemático pensar en “precios de equilibrio” y, en el caso del estudio del derecho, en las explicaciones derivadas del teorema de Coase: que mientras más bajos sean los costos de transacción (los costos que incurren los agentes toda vez que realizan transacciones), más eficiente será el resultado del mercado. La economía del comportamiento cuestiona la validéz del teorema de Coase. En artículo se menciona el ejemplo de un experiemento de una simulación de un mercado con tokens y tasas. Los intercambios fueron menores de los que el teorema de Coase predijo

III.

La noción de agente con racionalidad acotada tiene las siguientes aplicaciones en el estudio de temas legales:

1) Cuando los actores tienen que asignar la probabilidad de un evento incierto en contextos legales. Ejemplos: legislación ambiental, determinaciones de negligencia y asignaciones de riesgo en juicios para determinar responsabilidades, veredictos, culpabilidades, sentencias, etc.

2) Cuando los agentes tienen que valorar resultados de posibles pactos o contratos. Por ejemplo: la aversión a la pérdida y el efecto dotación están en conexión con el comportamiento de negociaciones (bargaining behavior). Por ejemplo, cuando hay juicios, sentencias y apelaciones. Las partes involucradasno buscan negociar o pactar. Los efectos dotación y la acrimonia explican que no hayan negociaciones (divorsios, custodia de hijos, disputas comerciales).

Muchos abogados y jueces están sujetos al sesgo del self-serving bias (auto-servicio, auto-satisfacción, egoismo unilateral)

3) La fuerza de voluntad acotada es relevante para explicar comportamientos que tengan consecuencias sobre el tiempo. Un ejemplo es la conducta criminal, donde los beneficios son de corto plazo y los costos son diferidos.

4) El interés propio acotado es relevante cuando se traten situaciones donde una de las partes de desvie de las conductas usuales o ordinarias sobre circuntancias, ah´la otra parte estará dispuesta a incurrir en costos financieros para cstigar la conducta injusta. Ejemplos de conductas de negociación (bargaining behavior), y leyes que prohiben transacciones de mercado. También actuar de manera unilateral (self-serving bias en casos de reciprocidad) genera comportamientos vengativos que rompen toda posibilidad de negociación y acuerdos. En negociaciones salariales este es el caso (si no hay buena negociación, se generan huelgas). Se busca explicar los impasses, los fracasos en las negociaciones. La teoría convencional tiene dificultades para explicar esto.

Sobre el impacto que las leyes tienen sobre los comportamientos, la propuesta de Jolls, Thaler y Sunstein plantean temas relacionados a intervenir en el comportamiento de los agentes. Un caso es el siguiente. Gary Becker señala que él mismo quebrantó la ley una vez que estacionó su carro en un lugar prohibido pero lo hizo porque tenía que llegar a tiempo a una junta. Según Becker, él hizo un cálculo costo-beneficio de si le convenía quebrantar la ley y pagar la multa o llegar a tarde a su reunión. Dice Becker que si él hubiera considerado multas más grandes, él no hubiera quebrantado la ley (no hubiera sido una decisión racional). Thaler y sus colegas señalan que no es necesario poner multas más grandes para evitar que más gente estacione su auto en lugares prohibidos. Basta con imprimir los “tickets” de una manera más visible, colores anaranjados, por ejemplo, y ponerlos en lugares más visibles para disuadir el posible quebranto de la ley. Esta idea más tarde se desarrollaría por Thaler y Sunstein para finalmente plantear la noción de “arquitecturas de las decisiones” y “empujones”, que busca llevar a que la gente tome decisiones predecibles basadas en el conocimiento que se tiene sobre sus sesgos cognitivos.

Finalmente, sobre la parte normativa. Jolls, Thaler y Sunstein plantean que hay elementos suficientes para criticar la idea de la “soberania del consumidor” pues este no siempre toma las mejores decisiones para si debido a sus sesgos, sus impulsos y sus pasiones. En ese sentido, estos autores asumen una actitud exceptiva con respecto al “antipaternalismo” que asumen los seguidores de Milton Friedman, Gary Becker, Richard Posner y otros representantes de la escuela de Chicago. Jolls, Thaler y Sunstein defienden la idea de que que debe haber algun lugar para la intervención del gobierno para proteger a sus ciudadanos. Esta idea, en posteriores trabajos, se desarrolla para finalmente ser considerada como “paternalismo libertario”, algo que discute contra los “libertarianistas” de la escuela de Chicago.

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